Érase una vez una niña de diez años llamada Sara. Cada vez que miraba el cielo soñaba con volar hasta tocar las nubes.
Un día, Sara le pidió a su madre que la llevara a un viaje en globo para poder contemplar las nubes.La madre le contestó:
- Cielo, me gustaría llevarte a donde fuera pero tu padre y yo no tenemos el dinero suficiente.
Ésta, triste, se encerró en su habitación. Una vez dormida, soñaba con tocar las nubes comocada noche... Sara no perdía la esperanza de lograr su sueño!
Transcurrió el tiempo y Sara ya era una mujercita, tenía trece años cuando recordó a su madre:
-Mamá, ¿algún día podré lograr mis sueños?
- Sí, si no pierdes la esperanza en tus sueños y crees en ellos , antes de que te des cuenta ya lo habrás conseguido- le respondió su madre.
Y así fue porque su madre estaba ahorrando dinero para que su hija pueda ver cumplido su sueño. Cuando reunió el dinero suficiente, se lo dijo a su hija. Ésta empezó a llorar, no de pena,sino por la emoción tan intensa que le había producido su madre.
- Mamá ¿de verdad nos vamos de viaje en globo para poder ver las nubes?-preguntó.
- Sí, hija, mañana nos vamos! Al fin, tu sueño se hará realidad!-contestó la madre.
Así Sara pudo realizar su sueño pero se dio cuenta que las nubes no se podían tocar. De todos modos estaba contenta y feliz por haber pasado un rato inolvidable con su madre.
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