lunes, 22 de julio de 2013

LAS VIVENCIAS DE ESTEBAN

Hace unos años, un niño llamado Esteban, alto, fuerte y corpulento abusaba de sus compañeros.Vivía con su madre llamada Marisol y sus dos hermanos, Joél y Mickel.Su madre era pelirroja, regordeta y baja, Joél delgaducho igual que Mickel pero uno, era rubio y él otro moreno.Su padre había muerto por desgracia, en un accidente de coche.

La afición de Esteban era el juego violento, pero sin embargo sus dos hermanos jugaban al baloncesto,al tenis y practicaban karate y la afición de su madre era cocinar, era buenisíma con la repostería (tartas,pasteles).

Lo que acontece a continuación, sucedió en una ciudad muy bonita llamada Franckfurt (Alemania) por sus parques tan coloridos y  sus bosques frondosos.
Las relaciones familiares no eran muy apropiadas por el mal comportamiento de Esteban, en concreto, con su madre.
Todos los días los tres hermanos acudían al colegio en el autobús que les recogía cerca de su casa. Esteban estaban en 6ºC,era el mayor de los hermanos, Joél a 5º B y Mickel a 3º A. Esteban era muy mal estudiante, "nunca sacaba buenas notas", al contrario que sus hermanos, Joél y Mickel, que estudiaban muy bien. Esteban no solía hacer las tareas y decía que ya lo sabía todo para que su madre no se preocupase. En los recreos, siempre estaba metido en lios, "ya había tenido varias amonestaciones de la directora". Cuando su madre se enteró, no se lo tomó nada bien, además de malas notas, mal comportamiento. Su madre le castigó sin poder jugar absolutamente a nada.

Las peleas en el colegio se repetían día tras día hasta que la directora apuntó a su familia la conveniencia de trasladar a Esteban a un internado. Su madre disgustada y velando por el bien de su hio, aceptó. Tramitaron su traslado.
El primer día de ingreso en el internado, ya en el autobús, coincidió con gente de todo tipo (violentos, mal vestidos,...). Al llegar, observó un sitio gris, los alumnos llevaban uniforme. Aun así, creía que iba a ser como en su anterior colegio, continuaría peleándose pero, pasadas unas semanas, sus compañeros de habitación, Diego y Mateo, comenzaron a enseñarles que si se comportaba bien, saldría antes de aquel infierno; a lo largo de los meses, le fueron mostrando trucos para comportarse y no reaccionar violentamente cuando le insultasen.
Habían pasado dos años de su ingreso cuando Mateo y Diego abandonaron el internado por buen comportamiento. Él decidió seguir su ejemplo y en aquel mismo año, pudo pasar las Navidades con su familia, dejando atrás los malos momentos vividos en el internado

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